Brasília - Setecientos mil partos de adolescentes entre 10 y 19 años de edad son realizados anualmente en el país. En 2004, cerca de 250 mil internaciones en el Sistema Único de Salud (SUS) fueron motivados por legración postaborto, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Brasil el 31% de los casos de embarazo terminan en aborto. Los resultados de esas encuestas van a subsidiar la nueva Política de Planificación Familiar que el gobierno lanza la próxima semana.
La coordinadora del Área de la Mujer del Ministerio de Salud, Maria José Araújo, dijo durante el programa Diálogo Brasil, exhibido, el jueves en red pública televisiva generada por la TV Nacional, que el gobierno está cumpliendo la Constitución federal con la nueva política, que se basa en el respeto a los derechos humanos de la mujer, del hombre, de los niños y adolescentes.
Se discutió también la distribución gratuita de anticonceptivos de urgencia, conocido como la píldora del día después, y la norma que permite el aborto en caso de estupro sin la necesidad de registro policial.
Según Maria José Araújo, la norma sobre el embarazo resultante de la violencia contra la mujer repite el Código Penal Brasileño. "El ministerio no está transgrediendo nada", afirmó. "Esa discusión tiene que ser llevada en cuenta como verdadera y para que se realice el aborto la víctima de violencia tiene que firmar documento certificando las informaciones.
La nueva política prevé que se inicie la educación sexual a partir de los 10 años de edad y no más a partir de los 13, como es hecho hoy, inclusive en lo que se refiere a la distribución de preservativos. Otro invitado del programa, el médico Jamil Simon, director del Instituto Profamilia de la Arquidiócesis de Río de Janeiro, afirmó que "el Ministerio de Salud debería preocuparse más con la familia". Para el ginecólogo, una niña de 10 años no tiene madurez para recibir ese tipo de información.
Traducción: Alicia Rachaus