Brasilia - El desmonte y las quemas alteran el régimen de la lluvia en el bosque amazónico, es una de las conclusiones del proyecto Instituto del Milenio del Experimento de Gran Escala de la Biosfera-Atmósfera en la Amazonia (LBA), coordinado por el investigador Paulo Artaxo, del Instituto de Física de la Universidad de São Paulo y que se presentará y discutirá en la III Conferencia Científica del LBA, que empezó hoy en Brasilia, en la que 120 científicos estudian los cambios de uso del suelo y sus impactos climáticos. El proyecto lo financia el ministerio de Ciencia y Tecnología.
Los investigadores del proyecto acompañan el clima en diez lugares de la Amazonia, desde el estado del Pará, hasta el del Acre, y descubrieron que en la mayoría de ellos el bosque capta media tonelada de carbono por hectárea al año, con lo que se puede afirmar que los cerca de cinco millones de kms². de la selva son el mayor captador de gas carbónico de la atmósfera.
El científico explica, sin embargo, que no se puede hacer simplemente una multiplicación para hablar de la absorción de carbono porque el bosque es heterogéneo, con precipitación de lluvia y radiación solar diferente, según el lugar.
En Santarem, los científicos del Instituto del Milenio saben que la pérdida líquida de carbono es de tres toneladas anuales por hectárea, es decir, no hay absorción, y la explicación es que en esa región la floresta es más seca y tiene una tasa de descomposición muy alta. Más árboles muertos se descomponen que nacen nuevos.
Agencia Brasil
Reportera: Lana Cristina
Traductor: Jaime Valderrama
27/07/2004