São Paulo, 14/06/2004 (Agencia Brasil) – "En 2003, las inversiones extranjeras directas en América Latina y Caribe descendieron por el cuarto año consecutivo, de US$ 109.000 millones en 1999 para US$ 49.000 millones", reveló el informe mundial de inversiones 2004 de las Naciones Unidas. El estudio fue divulgado, el domingo, durante la 11ª Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad XI), que sucede en São Paulo hasta el 18. Según la Unctad, ese valor corresponde al "límite" mínimo y, a partir de ahora, los flujos hacia la región deberán volver a ampliarse.
Brasil y México, los mayores países de la región, continuaron registrando un descenso significativo en las inversiones en 2003 - de US$ 33.000 millones en 2000 para US$ 10.100 millones en 2003, en el caso de Brasil, y de US$ 26.000 millones en 2001 para US$ 10.700 millones en 2003, en el caso de México.
Varios hechos contribuyeron para ese descenso, explica el informe. Entre esos motivos, están las multinacionales que dejaron de invertir a causa de que las condiciones económicas en el país sede empeorasen. Estados Unidos y Unión Europea, grandes inversores, sufrieron en 2001 una sensible reducción en el crecimiento económico que venían desarrollando.
De acuerdo con el "Índice de Inversiones Potenciales" de la Unctad, el futuro debe ser más favorable para muchos países. El crecimiento de las inversiones, según los economistas de la Unctad, deberá ser mayor en Chile, seguido por México, Argentina, El Salvador, Panamá, Venezuela, Costa Rica, Trinidad Tobago, República Dominicana, Uruguay y también Brasil – en ese orden. "Sin embargo, esfuerzos considerables deberán hacerse por los gobiernos", termina el documento.
Todavía según la Unctad, la disminución de las inversiones extranjeras en Latinoamérica también está relacionada a una normalización de los flujos. A fines de la década del 90, evalúa el informe, las privatizaciones en el continente atrajeron una "explosión" de capitales, principalmente en el sector de servicios.
Reportero: André Deak
Traductora: Alicia Rachaus