Brasília, 9/6/2004 (Agencia Brasil) - El trabajo de fiscalización de la calidad de la soja en terminales graneleros, propiedades rurales, puertos, almacenes y silos públicos y privados, además del aumento de la inspección en el tránsito de camiones, con barreras móviles de control en sociedad con los estados, está siendo intensificado por el Ministerio de Agricultura. El principal objetivo es proteger el consumidor brasileño de cargas de granos sanos de soja que puedan estar contaminados con semillas tratadas con fungicidas.

"Vamos a lacrar los locales donde nuestros fiscales encuentren esas semillas mezcladas a los granos de soja", avisó el secretario de Apoyo Rural y Cooperativismo, Manoel Valdemiro da Rocha. "También suspenderemos la comercialización de ese producto, aquí y en el exterior".

Así que empiecen los problemas de devolución de navíos cargados con soja brasileña por China, el ministro de Agricultura, Roberto Rodrigues, determinó a los comisarios federales de la Agricultura de nueve estados brasileños, Distrito Federal y 21 fiscales para que aumenten las inspecciones en el puerto de Río Grande, en el Río Grande del Sur, principal foco de los reclamos chinos.

Reportero: Adriano Gaieski
Traductora: Alicia Rachaus