Brasilia, 5/5/04 - Agência Brasil - En Brasil sólo el 10% de los criminales se castiga con penas alternativas, pero estudios indican que por lo menos 60 mil presos, el 20% podría cumplir pena fuera de la cárcel, dijo hoy en Brasilia el ministro de Justicia, Marcio Thomaz Bastos, en la apertura de la Conferencia Internacional sobre Penas Alternativas, al asegurar que el gobierno va a trabajar en algunos frentes para cambiar este cuadro. Uno de ellos es la ampliación de sentencias judiciales con penas alternativas por parte del Poder Judicial.
Bastos afirmó que la aplicación de penas alternativas es fruto de una concepción más humanista, que cuesta menos al Estado y tiene baja reincidencia criminal, ya que un preso cuesta US$ 236 (R$ 700) por mes y la pena alternativa, US$ 23,00 (R$ 70).
Las penas alternativas son las que no restringen la libertad, aplicadas a personas no reincidentes, que cometieron crímenes de menor poder ofensivo, de carácter culpable, cuya condena es inferior a cuatro años, con prestación de servicios o pago de multa.
La pena alternativa más aplicada es la prestación de servicios a la comunidad, y las otras son: interdicción temporal de derecho; limitación de fines de semana, pérdida de bienes y valores y la cuota pecuniaria, que consiste en pagar determinado número de cestas de la compra.
En el Reino Unido la aplicación de penas alternativas llega al 80% de las condenas. La experiencia inglesa fue presentada en la apertura de la Conferencia Internacional sobre el tema por Rob Allen, director de la Fundación Repensando Crímenes y Penas y miembro de la Junta de Justicia Juvenil para Inglaterra y Gales.
Traductor: Jaime Valderrama