Brasília, 20/8/2003 (Agencia Brasil - ABr) - Productos nativos y recursos naturales genuinamente brasileños acaban registrados como marca comercial por otros países. Con fronteras extensas, de fiscalización débil y población pobre en las regiones de mayor biodiversidad, Brasil pasa a ser una presa fácil para la biopiratería.
El jefe de la División de Política Comercial del Ministerio de Relaciones Exteriores, Piragibe Tarrago, se reunió el martes con representantes del Grupo de Trabajo Amazónico (GTA), del Ministerio del Medio Ambiente y parlamentarios de los estados de Amazonas, Acre y Pará para cambio de informaciones respecto a lo que el gobierno federal deberá hacer y el gobierno de los estados contra la piratería y la apropiación indebida de materias primas brasileñas por algunos países de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón.
La biopiratería consiste en la apropiación y monopolización de los conocimientos de las poblaciones tradicionales respecto al uso de los recursos naturales. Esa situación es nueva para la Amazonia.
De acuerdo con Tarrago, la solución para la biopiratería depende de una acción coordinada de los diferentes órganos del Ejecutivo, sobre todo el Ministerio el Medio Ambiente, del Desarrollo y de la Agricultura, entidades regionales de la Amazonia y el poder legislativo en el sentido de crear, en primer lugar, una legislación apropiada, que proteja el país contra el registro indebido de los productos nativos y los conocimientos tradicionales de las comunidades de la Amazonia. En segundo lugar, agregó, llevar las iniciativas brasileñas para foros internacionales. "Es importante que todos los países se unan para que las reglas de protección de los productos nativos, de la biodiversidad, y de los conocimientos tradicionales sean respetados", agregó. (AKR)