Thais Brianezi
Reportera Agencia Brasil
Pinhais, Paraná - La participación de sectores no gubernamentales en la VIII Conferencia de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica (COP-8), es pequeña, de acuerdo con representantes de ONG, de movimientos sociales y del sector productivo. En Pinhais, Curitiba, hace cinco días, 3.600 delegados de 173 países acompañan las discusiones.
La delegación brasileña la componen 160 personas, de las cuales 73 representan a la sociedad civil organizada. Las negociaciones las hacen los diplomáticos, pero otros miembros pueden opinar, y las decisiones se dan exclusivamente por consenso.
La estructura de la COP representa hegemónicamente los intereses del capital, de personas que quieren transformar los recursos naturales en mercancía de uso particular, acusa el coordinador de la Vía Campesina, una alianza internacional por la reforma agraria, Roberto Baggio, añadiendo que ni la sociedad civil ni el pueblo se sienten representados, por lo que para él, las decisiones no son legítimas.
Por su parte, la analista ambiental de la Confederación Nacional de la Industria, Grace dalla Pria, clasificó de tímida la participación del sector productivo brasileño en la conferencia, explicando que no es fácil desplazar a un empresario para discutir medio ambiente durante diez días, y considera que la industria debe articularse para contribuir con el debate.
Traducción : Jaime Valderrama