Brasília, 30/4/2004 (Agencia Brasil) - La meta de superávit primario del 4,25% del Producto Interno Bruto (PIB) estaría comprometida si el gobierno reajustase el salario mínimo superior a los US$ 87,63 (R$ 260), argumentó el ministro de Planeamiento, Guido Mantega, para justificar el aumento de R$ 20 en el salario mínimo. Él subrayó que el impacto previsto en el presupuesto de 2004, aprobado por el Congreso el año pasado, para el aumento del mínimo era de US$ 1.010 millón (R$ 3.000 millones), lo que cubriría un salario mínimo de R$ 256. Con el esfuerzo hecho por el gobierno para llegar a los US$ 87,63 (R$ 260), la previsión de gastos aumentó para US$ 1.200 millón (R$ 3.650 millones).
El gobierno contaba anteriormente con el exceso de recaudación para ampliar un poco más el valor mínimo. "Nosotros esperamos para ver cual sería la renta de este año, el exceso de recaudación a lo largo de los meses para que pudiéramos dar un aumento mayor", dijo Mantega. "Hechos los cálculos, llegamos a la conclusión de que no se podría dar un aumento mayor que ese sin amenazar las metas fiscales establecidas", explicó Mantega.
El ministro reafirmó que el gobierno no abrirá mano de la meta fiscal, como también confía en el crecimiento económico del 3,5% este año y el 4% en el próximo como alternativa para generación de empleo y mejorar la renta del trabajador. "Lo importante para la población brasileña es que tengamos crecimiento económico. Para eso el gobierno necesita de recursos para inversiones, bajar la tasa de intereses y movilizar la iniciativa privada".
El ministro comentó aún el éxito del gobierno el año pasado, "al discutir una crisis económica muy grande y administrar un pasivo enorme que fue dejado".
Traductora: Alicia Rachaus