Graziela Sant'Anna
Reportera de la Agencia Brasil
Brasília - La implementación de una política de reforma agraria que lleve paz al campo será uno de los desafíos de la Confederación Nacional de Trabajadores en la Agricultura (Contag). En entrevista a la TV NBr, canal del Poder Ejecutivo, el presidente de la Contag, Manoel dos Santos, afirma que "la ausencia de una política eficaz para la cuestión agraria brasileña resulta, además de la miseria y del atraso social y económico, en una ola de violencia que, del campo, se esparce por la sociedad brasileña".
Según datos del Ministerio de Desarrollo Agrario, en 2004 ocurrieron 16 muertes en consecuencia de conflictos por tierra y en 2003, fueron 43. "Tenemos un caso emblemático ahora, el de la muerte de la misionera. Pero en Pará, en los últimos cinco años, tuvimos 23 líderes sindicales asesinados, y los mandantes y asesinos no fueron punidos", dijo el presidente de la Contag, que fue creada en 1963 y representa a 15 millones de trabajadores rurales. El Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) muestra que 4,8 millones de familias esperan la reformulación de la estructura de tierras del país.
El presidente de la Contag señala la política histórica de fortalecimiento de latifundio como motivo para la violencia en el campo. Otro motivo que lo preocupa a Santos, es la liberación de los transgénicos. "El problema es la dependencia de organizaciones económicas, que tienen la patente, y consecuentemente, el control de la semilla. Los trabajadores quedan en la dependencia permanente de ese tipo de producción", añadió.
Traducción: Alicia Rachaus