Brasília – Tras diez años, los principales grupos políticos de Haití volvieron a dialogar y las reuniones sobre el proceso electoral son coordinadas por el mediador brasileño Ricardo Seintenfus, especialista en Relaciones Internacionales y autor del libro "Haití, la soberanía de los dictadores", que está hace diez días en la capital haitiana, Puerto Príncipe, invitado por el ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Celso Amorim.
Director de la Facultad de Derechos de Santa María, Sur de Brasil, Seitenfus conmemora la apertura de las negociaciones, pero recuerda que el clima tenso se mantiene. "Conseguimos hacer con que en ese diálogo político no se excluyera ninguna fuerza política del país. Sólo serán excluidos movimientos y grupos que apoyen el uso de la violencia".
El mediador brasileño en Haití revela que las reuniones ya tienen la participación de los políticos ligados al Lavalas, partido del ex presidente Jean-Bertrand Aristide, derrocado a inicio de este año. Para Seintenfus, la estabilización política depende de una mayor participación de la comunidad internacional, inclusive por medio de ayuda económica para la reestructuración social.
"Nuestro gran esfuerzo es hacer con que los haitianos acepten la disputa electoral como siendo algo normal de la democracia". Brasil comanda la Fuerza de Paz de las Naciones Unidas en Haití desde mayo de este año. Los últimos meses, la situación en el país estuvo tensa después que un huracán mató a 3 mil personas y dejó a miles desabrigados. En septiembre, la acción de pandillas obligó militares brasileños a que intensificaran el apoyo a las operaciones policiales.
El comandante de la Fuerza de la Paz, general Augusto Heleno Pereira, cree que lo que está ocurriendo no se relaciona con partidos políticos, pero con grupos criminosos. "Aquí, la convivencia con la democracia fue transitoria y corta. No se habla en instituciones democráticas, derechos humanos", comenta el general.
Haití tiene casi 5 millones de habitantes. El 95% vive en condiciones precarias, abajo de la línea de pobreza. Un gobierno de transición prepara las elecciones para los últimos meses del próximo año. La expectativa es la de que en febrero de 2006 un gobierno electo por el pueblo asuma la administración del país.
Agencia Brasil
Reporteros: Lourival Macedo y Juliana Cézar Nunes
Traductora: Alicia Rachaus
3/11/2004