Brasília, 31/5/04 - Agência Brasil - El portavoz del gobierno estadounidense, Richard Boucher, comunicó a la prensa el jueves pasado que, sobre la aplicación en Brasil de la ley que permite a la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) derribar aviones civiles clandestinos en circunstancias especiales, su gobierno suspenderá la asistencia a Brasil caso tal programa se aplique sin satisfacer requisistos legales estadounidenses.
El proyecto de ley está aprobado por el Congreso Nacional desde 1998, pero el presidente de la República no lo ha ratificado. Hace algunos días el ministro de Defensa, José Viegas, anunció que hasta fines de junio se editaría el decreto reglamentario.
En audiencia pública en el Congreso, Viegas dijo que antes de que la FAB derribe cualquier avión se adoptarán nueve procedimientos de identificación de la aeronave, y que sólo tras el contacto visual, el pedido para que el piloto aterrice, la identificación de la aeronave por medio de la numeración externa del registro, y el disparo de tiros de alerta, entre otros procedimientos, es que se procede a derribarla, es decir, el avión sólo se derriba si el piloto quiere.
Según el diputado Átila Lins, ex presidente de la Comisión de la Amazonia, la ley no se ha reglamentado porque Estados Unidos amenazaron prohibir la comercialización de cualquier material para avión que Brasil necesite.
El general de la Fuerza Aérea estadounidense, Richard B. Myers, quien estuvo en Brasil hace algunas semanas, afirmó en la ocasión que en su país la ley determina que es una actividad criminal para cualquier ciudadano estadounidense auxiliar o participar en cualquier derribada de una aeronave civil por otro país, a no ser que sea una determinación presidencial, y que el presidente estadounidense necesitaría determinar que, si una nación quiere derribar un avión civil, que pueda estar involucrado con el narcotráfico, se debe probar que esa acción es una amenaza extraordinaria para la seguridad de Brasil, y que los aspectos técnicos son adecuados para prevenir accidentes con personas inocentes.
El general se refería a lo ocurrido en Perú en 2001, cuando el gobierno derribó una aeronave pensando que era narcotraficante, cuando en verdad eran dos civiles estadounidenses, incluyendo a un niño. En Colombia, que utiliza el equipo estadounidense y donde las aeronaves civiles pueden ser derribadas, existe una determinación presidencial de Estados Unidos que aprueba el asunto.
Consultado sobre las declaraciones del porta voz estadounidense, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil afirmó entender que la asistencia norteamericana que se suspendería a Brasil sería sólo militar, y que no hace otras declaraciones al respecto.
Reportero: André Deak
Traductor: Jaime Valderrama