Aline Beckstein
Reportera Agencia Brasil
Rio de Janeiro - La Pastoral del Niño estima que el 50% de los niños pobres brasileños padecen anemia. La médica Zilda Arns, coordinadora de la Pastoral, cree que el problema es mucho más grave que la desnutrición infantil, que es del 4%. En el país, de los cerca de 20 millones de menores de seis años, la mitad es pobre.
El 4% de desnutrición infantil indica, según la Organización Mundial de Salud, que el mal está controlado, y lo que la pastoral hace es impedir que por año 150 mil niños estén desnutridos, pero la anemia es un problema más complicado que no se ha logrado controlar. La pastoral atiende en todo el país a 1,88 millón de menores.
Arns informa además que está negociando con el Ministerio de Salud el suministro de sulfato ferroso para tratar las anemias más graves, y explica que en circunstancias sociales adversas los niños pueden llevar más tiempo para recuperarse, y que la anemia en niños pequeños puede debilitar la capacidad intelectual y la resistencia a infecciones.
Según la médica, el cambio de hábitos alimentarios de la población es uno de los factores para la cantidad de niños anémicos, recordando que antes se comía más arroz con fríjoles y verduras y que hoy prevalecen las féculas.
El trabajo de la pastoral contra la anemia consiste también en informar a las madres la importancia de una alimentación adecuada, recomendando que los niños anémicos consuman más molleja e hígado de gallina y yema de huevo.
Arns participó este martes en el último día del Foro Salud y Democracia: una visión de futuro para Brasil, que tuvo lugar en Rio de Janeiro.
Traducción : Jaime Valderrama