Spensy Pimentel
Reportero - Agencia Brasil
Brasilia – Brasil debe recusar las ofertas que ha recibido en el ámbito de las negociaciones en la Organización Mundial del Comercio, para que no comprometa el desarrollo del país, evalúa el diplomático brasileño jubilado, Rubens Ricúpero, especialista en comercio internacional. La tercera semana de diciembre, ocurre en Hong Kong, la 6ª reunión ministerial de la actual ronda de negociaciones en la OMC. "En el momento, es mejor que no se tenga ningún acuerdo, que un malo acuerdo", dijo. "El gobierno debería mantenerse firme".
Se considera fundamental el posicionamiento de Brasil para la conclusión de las negociaciones de la llamada Ronda de Doha (una alusión a la capital de Catar, donde se inició la ronda, hace cuatro años), a causa de la posición que el país asumió en la articulación del G-20 – el grupo de grandes países en desarrollo que, desde 2003, unificó una propuesta en torno a la liberalización del comercio agrícola internacional.
Ricúpero cree que la aceptación de las pequeñas concesiones propuestas por los países desarrollados con relación a los productos agrícolas, en cambio de abrir mano de la protección a sectores importantes de nuestra industria, "es como la substitución de nuestro futuro (de un país que puede exportar productos con mayor valor agregado y más tecnología) por nuestro pasado (como exportador de commodities agrícolas)".
El ex secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) y actual profesor en la Fundación Armando Alvares Penteado, en São Paulo, dice que, de acuerdo con la propuesta existente, sectores como la industria automovilística y de electro-electrónicos quedarían amenazados, pues habría una reducción de cerca del 50% en las tarifas de importación. Él advierte que a pesar de que las propuestas son insignificantes, serán "empaquetadas con tanta propaganda que se va a crear una impresión de que quién las recusa es porque va a asumir la responsabilidad de debilitar el sistema mundial de comercio".
El diplomático evalúa también que la reunión en Hong Kong será sólo un "anticlímax", porque la mayoría de los actores importantes en las negociaciones ya reveló en Ginebra (Suiza), en el inicio de noviembre, las posiciones que van a apoyar en el encuentro. "Los principales protagonistas ya se resignaron a reducir el nivel de ambición, por lo tanto, no se justifica más que nadie espere mucha cosa de la reunión", dice Ricúpero.
Para Ricúpero, lo que puede resultar de la reunión es principalmente la retomada de los esfuerzos de negociación, para que haya nuevas tentativas en el primero semestre de 2006. Sin embargo, él señala, se repite lo que se observó en rondas anteriores de negociación en la OMC, cuándo sólo los acuerdos de los países desarrollados realmente se beneficiaron.
Traducción: Andréa Alves