Gabriela Guerreiro
Reportera de la Agencia Brasil

Brasilia - Los cambios en el sistema político brasileño, mediante una reforma amplia, son una necesidad que se esparce por varios países de América Latina. Durante la Conferencia Internacional sobre Desafíos y Perspectivas del Fortalecimiento de las Instituciones Políticas Brasileñas, que se realiza en la Cámara de los Diputados, especialistas de Colombia, Argentina y México subrayaron la importancia de la reforma política en el continente como forma de solucionar los principales problemas estructurales de las democracias latinoamericanas.

El profesor Sergio Berensztein, de la Universidad Torcuato Di Tella, de Argentina, resaltó que el gobierno de ese país no ve en la reforma política un camino para la superación de sus problemas. "Actualmente, no hay en Argentina un proceso de discusión como lo hay en Brasil, para que se implemente la reforma. Al revés: el presidente constituyó su propia base de poder y pasó a ser el principal problema de nuestro sistema político", subrayó el profesor.

Sergio Berensztein dejó claro que las críticas no se refieren solamente al actual presidente argentino, Néstor Kirchner, pero al sistema de gobierno presidencialista como un todo. "Necesitamos implementar mecanismos que fortalezcan el régimen partidario, que den transparencia a las decisiones del país. Argentina es el país de América Latina que menos adhirió a la transparencia", dijo.

"Realidad distinta vive Colombia", según Luis Camilo Osorio, ex fiscal de la República colombiana. Él resaltó que la reforma política circula en el país y que los resultados podrán verse a largo plazo. En julio de 2003, Colombia adaptó la reforma política a la Constitución del país y promovió cambios como el financiamiento público de campañas electorales, aliado al privado.

Para Luis Osorio, sólo cambios en la legislación no garantizan la eficiencia del sistema electoral. "La legislación no es la que reorganiza el sistema político. Esos instrumentos ayudan, pero no son los responsables en eliminar los malos hábitos políticos de un país", dijo.

Ya la diputada Gabriela Ruiz, de México, dijo que el país vivió hasta hoy tres profundas reformas políticas que influenciaron directamente la manera de gobernar y legislar. Ella dio como ejemplo la reforma realizada en 1996, cuando se estableció que el montante ofrecido en el financiamiento privado de campañas electorales no podría más ser superior al del financiamiento público. "Fueron muchas denuncias de corrupción en la campaña de nuestro presidente elegido, Vicente Fox. Pero los cambios en la legislación ayudaron a limpiar lo que estaba mal", dijo.

Traducción: Alicia Rachaus