Alessandra Bastos
Reportera de la Agencia Brasil

Brasília - La actual legislación brasileña que prevé puniciones a las mujeres que hagan abortos, será evaluada por una comisión formada por los poderes Ejecutivo y Legislativo y por la sociedad civil. La comisión empieza a reunirse a inicio de marzo. Cuando termine el trabajo, una propuesta de Ley deberá ser encaminada al Congreso Nacional. La idea es unificar los varios y distintos proyectos en tramitación.

La formación del grupo fue uno de los aspectos discutidos en la I Conferencia Nacional de Políticas para las Mujeres, realizada en julio del pasado año en Brasilia. "Casi dos mil mujeres aprobaron que debería haber interferencias del gobierno para una evaluación y cambio de la legislación punitiva en los casos de interrupción del embarazo", nos cuenta la asesora especial de la secretaría Especial de Políticas para las Mujeres, Teresa Sousa.

Según datos de la Organización Mundial de Salud, la interrupción hecha en condiciones precarias es una de las grandes causas de mortalidad materna y uno de los mayores costes para la salud pública. A partir de eso, Brasil ya se había comprometido a crear políticas públicas para el área en acuerdos mundiales, como la Declaración de Beijing, firmada en 1995 durante la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, en China.

De acuerdo con los artículos 124 y 126 del Código Penal Brasileño, la mujer que haga aborto podrá ser presa entre uno y tres años. Ya él que provoque el aborto autorizado por la mujer podrá ser preso en hasta cuatro años. "Es importante que la sociedad garantice el derecho a las mujeres de decidir sobre su maternidad y esta es la primera vez que, con una iniciativa del gobierno, estamos intentando avanzar en la discusión del aborto", dijo Nalu Faria, representante del movimiento Marcha Mundial de las Mujeres.

De acuerdo con el ministerio de Salud, todos los años 250 mil mujeres son internadas en el sistema público brasileño, por complicaciones con abortos espontáneos o hechos de forma ilegal. "Además de hacerlo con mucho miedo y mucha culpa, lo hacen arriesgando su salud, ocasionando un alto índice de mortalidad y secuelas", subrayó Nalu Farias.

Traducción: Alicia Rachaus