Flavia Albuquerque
Reportera Agencia Brasil

São Paulo - Representantes de movimientos sociales, sindicalistas y ambientalistas se manifestaron frente al Consulado General de Estados Unidos, celebrando la entrada en vigor del Tratado de Kioto, protestando porque ese país no adhirió al acuerdo. Ellos entregaron una carta dirigida al presidente Goerge W. Bush, y de un vehículo, que simulaba el arca de Noé, manifestantes del Greenpeace lanzaron una boya con la inscripción Kyoto Protocol, que un actor, que representaba a Bush, se negaba a tomar.

Según el director del Instituto para el Desarrollo, Medio Ambiente y Paz Vitae Civilis, Rubens Born, que organizó la manifestación, las entidades lamentaron la ausencia de Estados Unidos en el protocolo, porque el país es responsable por el 25% de la emisión de los gases, y afirmó que hay que recordar que tanto los países ricos como los en desarrollo tienen que empezar a proteger el clima de la Tierra, con programas de energía renovable, disminuyendo el desmonte, es decir, hay responsabilidades comunes.

Para los ambientalistas, el Protocolo de Kioto, es el primero y modesto paso hacia la disminución de los perjuicios climáticos, pero es la única medida existente y ha reunido a 141 naciones. La meta global para la reducción de los gases es del 5%, aunque los científicos recomiendan el corte del 60%. Esa medida establecida ya está comprometida por la negativa de Estados Unidos de adherir al protocolo, lo que para Born es inmoral e injusto con otros países que tendrán que adaptar su economía y sistema de transporte, mientras que Estados Unidos recibirá los beneficios sin hacer nada.

La carga la recibirán las generaciones futuras, de acuerdo con el organizador de la manifestación. Mientras más Estados Unidos se atrase, más el mundo continuará recalentándose. En algún momento, cuando los otros países tengan metas obligatorias de reducción de gases del efecto invernadero, van a pagar precios mayores porque Estados Unidos no adhirieron ahora.

Traducción : Jaime Valderrama