Brasília, 6/4/2004 (Agencia Brasil) - El Ministerio de Relaciones Exteriores divulgó el lunes (5) nota informando que la nueva planta comercial de enriquecimiento de uranio para fabricación de combustible nuclear en las Industrias Nucleares de Brasil (INB) aún no entró en operación, pero el gobierno ya discute con la Agencia Brasileño Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC) y con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) los procedimientos que serán aplicados.
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno brasileño no impone condiciones que impidan la adecuada aplicación de salvaguardas efectivas y confiables, pero busca garantizar que los procedimientos adoptados respeten la aplicación de un control efectivo del material nuclear utilizado y preserven los secretos tecnológicos de Brasil e intereses comerciales.
La nota es una respuesta del gobierno brasileño al noticiario internacional sobre las actividades nucleares en Brasil. Así informa la nota:
"El programa nuclear del País - se destina, como prevé la Constitución, a finalidades estrictamente pacíficas - está bajo salvaguardas de la Agencia Brasileño Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares (ABACC) y de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) desde 1994, sin que jamás haya sido suscitada cualquier duda respecto al absoluto cumplimiento de nuestras obligaciones que regulan materiales de desarmamiento y no-proliferación de que Brasil es parte plena: el Tratado de Tlatelolco y el Tratado de No-Proliferación de Armas Nucleares (TNP), y el Tratado para la Prohibición Completa de Pruebas Nucleares (CTBT), aunque este último no esté en vigor, por no haber sido ratificado por países que disponen de tecnología avanzada, incluso armanento nuclear.
Brasil está construyendo una planta comercial de enriquecimiento de uranio para fabricación de combustible nuclear en las Industrias Nucleares de Brasil (INB), en Resende, Río de Janeiro. El uranio enriquecido, a bajo tenor, inferior al 5%, se destina a las plantas nucleares de Angra I, II y eventualmente, de Angra III.
Aunque la nueva planta de enriquecimiento no se encuentre en operación están siendo discutidos por el Gobierno brasileño con la AIEA y la ABACC los procedimientos de salvaguardas que le serán aplicados. El Gobierno brasileño no impone condiciones que impidan la adecuada aplicación de salvaguardas efectivas y confiables. Las demás instalaciones brasileñas ya tiene procedimientos establecidos, que no están en discusión y sobre los cuales no hay cualquier cuestión en abierto con la AIEA. En las negociaciones sobre la planta de Resende, la parte brasileña ha buscado garantizar que los procedimientos que sean adoptados, según lo que está siendo hecho, respeten dos principios establecidos en los acuerdos mencionados: por un lado, posibilitar a las Agencias la aplicación de un control efectivo del material nuclear utilizado, y por otro, garantizar que el País pueda preservar sus secretos tecnológicos e intereses comerciales que transcurran.
Está en negociación un proyecto de verificación que abarca medidas de vigilancia que garantizan completo control del material nuclear producido en la instalación de Resende, inclusive su grado de enriquecimiento. Esa metodología ya fue acepta por la ABACC, y las negociaciones con la AIEA están siendo desarrolladas.
El Gobierno brasileño considera inaceptables, intentos de establecer paralelos entre la situación de Brasil que ha cumplido con rigor todas sus obligaciones que transcurren del Acuerdo de Guadalajara, del Acuerdo Cuatripartita, del Tratado de Tlatelolco y del Tratado de No-Proliferación de Armas Nucleares y a la situación de países que hace poco hayan sido llevados a admitir la conducción de actividades secretas o no declaradas en el área nuclear.
La ausencia de progresos en desarmamiento en sus varios aspectos y en el conjunto de los ámbitos multilaterales donde la cuestión es tratada, hace con que el Gobierno brasileño inste los países que han demostrado activismo en la no-proliferación a que actúen en coherencia con los objetivos generales de desarmamiento nuclear. El Gobierno brasileño observa integralmente los objetivos del TNP y participa con interés de los preparativos para la Conferencia de Examen del 2005, que deberá verificar el efectivo cumplimiento de los compromisos de no-proliferación y desarmamiento nuclear asumidos en consenso en la última Conferencia, en 2000, con la intención de eliminar completamente los arsenales atómicos".
Traductora: Alicia Rachaus