Aécio Amado
Reportero de la Agencia Brasil

Nova Iguaçu - El Foro Mundial de Educación terminó el domingo (26) con la divulgación de la Carta de Nova Iguaçu, documento final que apoya la educación como un derecho humano y social. "Un instrumento fundamental en la construcción de una sociedad más justa", afirma el texto.

Durante cuatro días, el foro reunió en Nova Iguaçu, Rio de Janeiro, cerca de 30 mil personas, entre educadores, militantes sociales, estudiantes y representantes de 25 países.

"Nosotros que nos reunimos en Nova Iguaçu reafirmamos nuestro compromiso por la defensa y transformación democrática de la escuela pública, gratuita, laica y de calidad para todos. Repudiamos las políticas neoliberales, conservadoras y oligárquicas que privatizan y mercantilizan el derecho a la educación y los derechos humanos", informa la Carta.

Con el tema Educación Ciudadana para una ciudad Educadora, los conferenciantes discutieron la necesidad de que se desarrollen formas de lucha en defensa de una enseñanza pública de más calidad, repudiando la educación como un bien de mercado.

Ramón Moncada, de la Región y Corporación de Colombia, entidad de profesores colombianos, dijo que el foro no discutió a fondo el tema de la Educación Ciudadana para una Ciudad Educadora. "Yo creo que la idea de la Educación Ciudadana para una Ciudad Educadora se discutió de manera general. Hasta en la carta no se profundiza mucho el tema de la educación ciudadana", evaluó el conferenciante.

Ya el chileno Pablo Venegas, de la ONG Producción Intelectual Innovadora Específica de Chile (Flape), que opina distinto, dijo que los debates consiguieron detallar la cuestión de la educación ciudadana, con discusiones exhaustivas. "En mi opinión el tema de la educación ciudadana fue profundamente discutido".

El alcalde de Nova Iguaçu, Lindberg Faria del Partido de los Trabajadores (PT), hizo un balance positivo del evento y manifestó su alegría con la decisión de los organizadores de realizar el Foro Mundial de Educación otra vez en Nova Iguaçu, en 2008.

Traducción: Alicia Rachaus