Edla Lula
Reportera Agencia Brasil

Brasilia - Representantes de movimientos sociales brasileños firmaron un manifiesto en solidaridad a la decisión del presidente bolviiano Evo Morales, de nacionalizar las reservas de petróleo y gas, medida anunciada el 1º de mayo y que sorprendió a los países involucrados en el asunto.

El documento Bolivia tiene derecho a la soberanía sobre sus riquezas, reconoce el derecho del pueblo boliviano de controlar sus riquezas naturales. La soberanía no se discute, se respeta, dice en el manifiesto, firmado por entidades como la Comisión Pastoral de la Tierra, la Asociación Brasileña de Organizaciones No Gubernamentales, el Instituto de Políticas Alternativas para el Cono Sur, la Red Brasileña Por la Integración de los Pueblos y Asociación de Ingenieros de la Petrobras de Rio de Janeiro.

Los firmantes explican que el pueblo boliviano pasó 500 años sufriendo la sangría de sus recursos naturales no renovables por parte de las potencias coloniales e imperiales y acusan a los países europeos de llevar los minerales del país, financiar guerras y promover la pobreza local, añadiendo que el estaño se llevó como materia prima para productos industriales de Europa y Estados Unidos, que dejaron los huecos, la pobreza y el olvido.

El manifiesto pide que Brasil apoye la decisión de Morales. Medio siglo después de Brasil, Bolivia nacionaliza sus riquezas energéticas. Por qué no reconocerle a la nación hermana el derecho que reivindicamos como legítimo y que dio origen a la Petrobras.

En otra parte, el documento dice que la actitud de Morales debe entenderse como el cumplimiento de una promesa durante la campaña electoral. En Brasil, los medios de comunicación y los políticos de derecha atacan. dicen los activistas para quienes la cobranza hecha al gobierno de una actitud dura contra Morales tiene como razón el interés de las potencias mundiales. Se trata de defender las ganancias de una empresa estatal, la Petrobras, cuyas acciones son controladas por accionistas privados de Estados Unidos en la proporción del 60%, siendo el 49% de estadounidenses y el 11% de testaferros en Brasil.

El documento afirma que el presidente boliviano abrió camino para un proceso de negociación más justo, en el que los intereses del pueblo boliviano tendrán prioridad. Está creado el contexto para acuerdos que tal vez por primera vez en la historia reciente de aquel país vengan a favorecer a las dos partes sin perjuicio para la que económicamente es más débil.

Traducción : Jaime Valderrama