Thaís Brianezi
Reportera de la Agencia Brasil
Manaus – El Grupo de Trabajo Amazónico (GTA) – una red compuesta por más de 600 organizaciones no gubernamentales (Ongs), movimientos sociales, sindicatos y asociaciones comunitarias de toda la Amazonia brasileña – va a lanzar la campaña "Basta de Unidad de Papel". La campaña defiende la implementación de las unidades de conservación ya creadas, pero que todavía no "salieron del papel".
"La próxima semana empezará en Curitiba, Sur de Brasil, [durante la 8ª Convención de las Partes de la Biodiversidad – COP-8] una movilización para que las unidades tengan plan de manejo y consejo", dijo el jueves (16) a la Radiobrás el secretario ejecutivo de la red, Adilson Vieira.
Por la ley del Sistema Nacional de Unidades de Conservación (Snuc), aprobada en 2000, las áreas de uso sostenible (que permiten la presencia de habitantes) y las de protección integral (que no permiten) deben tener un plan de manejo. Eso significa tener un documento técnico que establezca objetivos generales y defina la división en zonas de la unidad, con reglas para uso de los recursos naturales. Hay un plazo de cinco años, tras la creación de la unidad de conservación, para que ese plan de Manejo sea aprobado.
Según André Cruz, técnico del Consejo Nacional de Poblaciones Tradicionales (CNPT) del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, (Ibama), ninguna de las 44 reservas extractivistas federales del país tiene plan de manejo o consejo deliberativo oficialmente implementado.
Datos de la asesoría de comunicación del Ibama muestran que, hasta enero de este año, el gobierno Lula creó 20 unidades de conservación (8,56 millones de hectáreas), 12 de ellas (8,43 millones de hectáreas) en la Amazonia. De esas unidades, ocho eran de protección integral (4,44 millones de hectáreas) y 12 de uso sostenible (4,12 millones de hectáreas).
Traducción: Alicia Rachaus