Agencia Brasil
Curitiba - La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, lanzó este jueves el Fondo Nacional de Compensación Ambiental, en convenio con el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama) y la Caixa Económica Federal.
Empresas que causen daños al medio ambiente en la ejecución de obras pueden compensarlos aportando recursos a un fondo de la Caixa, que se aplicarán en la creación, manutención y activación de parques, reservas y estaciones ecológicas.
Según la ministra, el convenio dará transparencia, eficiencia y agilidad al cumplimento de este tipo de obligación legal. Las propias empresas venían haciendo la gestión de aplicación de esos recursos en las Unidades de Conservación, con base en valor definido por el Ibama, calculado de acuerdo con el grado de los daños causados, y en ningún caso inferior al 0,5% de la inversión en la obra.
Marina Silva explicó que el pago de la compensación es obligatorio, pero la adhesión al fondo es voluntaria. El año pasado, el Ibama recibió US$ 142,4 millones (R$ 300 millones) en compromisos de compensación hechos por empresas y están en ejecución otros por valor de US$ 57 millones.
Parte de esos recursos servirá también para agilizar procesos de regularización agraria, explicó la ministra, recordando que uno de los obstáculos a la creación de las unidades de conservación son las indemnizaciones a los propietarios de esas áreas.
Silva observó que el fondo se destina a unidades seleccionadas de acuerdo con los criterios del Ibama : propiedades con documentación legal tendrán prioridad, y las que tengan cuestiones judiciales pendientes, no se incluyen en el proceso.
La ministra recordó que las empresas que adhieran al Fondo Nacional de Compensación Ambiental serán favorecidas porque cuando se cumple la ley y se destinan recursos a la protección del medio ambiente, la empresa está asociando su imagen a las áreas preservadas.
Traducción : Jaime Valderrama