Alessandra Bastos
Reportera - Agencia Brasil
Brasilia - La transposición del Río São Francisco y los alimentos transgénicos son las cuestiones que más generan polémica en la 2ª Conferencia Nacional de Medio Ambiente. Los debates empezaron este domingo (11).
Después que analizaron y votaron el reglamento interno de la Conferencia, los participantes formaron cinco grupos para analizar las cerca de 3.800 propuestas provenientes de las 27 conferencias provinciales de Medio Ambiente. Los grupos son divididos por temas: biodiversidad y bosques; agua y recursos hídricos; calidad ambiental en los asentamientos humanos; instrumentos de desarrollo sostenible y fortalecimiento del Sistema Nacional del Medio Ambiente (SISNAMA); y control social.
La forma como se conduce la legislación sobre alimentos transgénicos en Brasil es la más criticada por los participantes. "La plantación de los transgénicos está libre en el país", reclama el coordinador nacional de Política Agrícola de la Federación de los Trabajadores en la Agricultura Familiar (FETRAF), Gilmar Pastorio.
Para los participantes, la cuestión no se limita al permiso o no de alimentos genéticamente modificados, sino abarca la elección del modelo tecnológico que el país quiere seguir. "Apoyamos un modelo económicamente sostenible a partir de la Agroecología", afirma.
Pastorio explica que el uso de los transgénicos acaba con una de las principales categorías económicas, que es la agricultura familiar, porque los transgénicos son propicios para grandes propiedades.
Hay aún una preocupación con los impactos. "No existen estudios de impacto ambiental y de salud pública que comprueben lo que va a ocurrir con el ser humano, animales y con la biodiversidad en diez o cincuenta años", subraya Pastorio.
El estado nordestal de Bahia apoya la Ley de Rotulación. "Somos favorables a la Ley para que el consumidor sepa lo que consume", afirma Iêda Dominhos, de la empresa de consultoría ambiental Recitec.
Según la Ley, alimentos destinados al consumo humano y animal, que sean modificados genéticamente o que contengan ingredientes transgénicos en su composición, deberán obligatoriamente presentar, en el rótulo, la identificación de "transgénico", con un símbolo formado por un triángulo amarillo con la letra "T" en el interior, además de la indicación del nombre del producto o del ingrediente transgénico que contiene.
Cada uno de los cinco grupos, al final del encuentro, presentará sus propuestas para que sean votadas, lo que va a resultar en un informe final con directrices y propuestas que se encaminarán al Consejo Nacional de Medio Ambiente (CONAMA).
Traducción: Andréa Alves