Canciller pide unión de los países pobres para negociar con la OMC

23/11/2005 - 20h55

Mylena Fiori
Reportera Agencia Brasil

Brasilia - El ministro de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, pidió este miércoles, durante la Conferencia Ministerial de la Unión Africana sobre las Negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que terminó este miércoles en Arusha, Tanzania, la unión entre los grupos de países en desarrollo para avanzar en las negociaciones con el organismo, y explicó que sólo con unidad y alianza natural se lograrán los objetivos de desarrollo trazados para la Agenda de Doha.

El G-20 es el grupo de países en desarrollo liderado por Brasil, que negociará reglas más justas para la Agricultura en el comercio internacional y cuando el ministro citó otros grupos de países se refería a África, Caribe y Pacífico, así como al G-90, el grupo de países más pobres del mundo, afirmando que se está en un momento clave de las negociaciones y que hay que evitar caer en la trampa de la estrategia "divida y gobierne".

A menos de un mes de la V Reunión Ministerial de la OMC, que tendrá lugar en Hong Kong, Amorim sugirió una acción conjunta en varios frentes: promoviendo objetivos comunes, manifestando que los países en desarrollo y la Unión Africana no deben aceptar ningún acuerdo que limite la Declaración de Doha en propiedad intelectual ni en salud pública, poniendo intereses particulares sobre el bienestar común.

El ministro reafirmó la prioridad de la agricultura en las negociaciones con la OMC, aunque la agenda incluya otros temas importantes, porque es en ese sector que los países en desarrollo son más competitivos y donde están los mayores obstáculos al comercio equitativo.

El canciller afirmó que el acceso a mercados por medio de cortes de tarifas y establecimiento de cuotas es importante, pero no lo suficiente, observando que tales medidas pueden tornarse ineficaces frente a la concesión de subsidios por parte de los países desarrollados a sus agricultores.

Como ejemplo mencionó los subsidios a la exportación de algodón entre 1999 y 2002, que en el caso de Estados Unidos llegaron a US$ 12.500 millones, equivalentes al 89,5% de la cosecha de US$ 13.900 millones. Brasil reclamó ante la OMC y ganó, explicando que es injusto que los agricultores de países en desarrollo tengan que competir con el Tesoro de los países ricos, y que es por ello que la agricultura está en el centro de la Agenda de Desarrollo de Doha y es tan importante para los países en desarrollo.

Traducción : Jaime Valderrama