Nelson Motta
Reportero de la Agencia Brasil

Brasilia - El presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó hoy que, además del desafío del calentamiento global; el hambre, la exclusión social, el terrorismo y el narcotráfico, exigen acciones urgentes de toda la comunidad internacional. Lula habló a los participantes de la Reunión de Cumbre del G8, en Escocia.

"Para contener los cambios climáticos, necesitamos rever modelos de producción y de consumo. Hay que intensificar la transferencia, a precios asequibles, de tecnologías a los países en desarrollo, donde están las comunidades pobres y los ecosistemas más vulnerables al efecto invernadero", agregó el presidente. Brasil, China, India, México y Sudáfrica participan como invitados de reunión ampliada sobre la cuestión ambiental.

Lula también llamó la atención para la prioridad que Brasil le está dando a las inversiones en energías renovables. El presidente brasileño citó el uso de biocombustible como uno de los programas pioneros en el país. "Estamos promoviendo la integración de la agricultura familiar en la producción del aceite de ricino, insumo para el Programa del Biogasóleo. Somos líderes mundiales en la producción de etanol. Mi gobierno se empeña también en la reducción sustancial del desmonte, principal fuente de las emisiones brasileñas".

Los cuatro viajes que hizo a África fueron citados por el presidente Lula, que también apoyó el combate a la pobreza como uno de los focos de la reunión del G8. "Nuestro compromiso con África es más que un posicionamiento político. Hace parte de nuestra alma", subrayó.

Al hablar de Haití, Lula destacó el papel de Brasil, que comanda la fuerza de paz de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en aquel país. "Vuelvo a pedirle a la comunidad internacional que no se omita en la reconstrucción haitiana", agregó.

Traducción: Alicia Rachaus