Alana Gandra
Reportera Agencia Brasil
Rio de Janeiro - El proyecto de constitución del Mercado Brasileño de Reducción de Emisión de Gases del Efecto Invernadero, o mercado de crédito de carbono, debe empezar en la Bolsa de Valores de Rio de Janeiro en el segundo semestre, ha informado este viernes el profesor de la Fundación Getulio Vargas, Virgilio Gibbon, coordinador del proyecto nacional del Mercado, a pedido del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio ante la Bolsa de Mercancías y Futuros.
El Mercado se lanzó en diciembre pasado y permitirá a Brasil, que no tiene metas a cumplir dentro del protocolo de Kioto, sumistrar proyectos que contribuyan a la reducción del efecto invernadero, lo que pone al país en condición de generar esos créditos que actualmente se comercializan en el mercado internacional hasta en la fase embrionaria, antes de la certificación.
Gibbon dijo que es difícil estimar los beneficios, incluso financieros, que ese mercado puede traer a Brasil. Para tener una idea de la magnitud del programa, el profesor evaluó que ese debe ser uno de los mayores mercados mundiales en los próximos años porque el protocolo de Kioto se refiere sólo al primer periodo de compromiso, de 2008 a 2012, cuando los países desarrollados están obligados a reducir las emisiones para un nivel 5,2% inferior al que se emitía en 1990.
Como ese mecanismo se propone disminuir los costos de reducción, el mercado debe canalizar un gran volumen de inversiones para los países en desarrollo porque los costos de incremento de esos proyectos de contención de emisiones son menores. En Japón, por ejemplo, los costos de reducción de una tonelada de gas llega a US$ 500.
La expectativa de Gibbon el de que ello traerá un gran flujo de dinero, no sólo para adquirir los créditos, sino también en términos de inversión y desarrollo de proyectos, con lo que se abre la perspectiva de crear una conexión del mercado de capitales entre los hemisferios norte y sur, que puede ser muy importante. El flujo de capital puede ser muy grande porque incluye proyectos de US$ 100 millones, a lo que se suman los créditos del carbono que se pueden negociar.
Traducción : Jaime Valderrama