Iolando Lourenço y Gabriela Guerreiro
Reporteros de la Agencia Brasil
Brasilia - Por primera vez en la historia reciente del poder legislativo brasileño, la Cámara de los Diputados no será presidida en los próximos dos años por un representante del mayor partido de la Casa Legislativa. El diputado Severino Cavalcanti del Partido Progresista - PP derrotó en segunda vuelta al candidato oficial del Partido de los Trabajadores, Luiz Eduardo Greenhalgh, por 300 a 195 votos.
La derrota del candidato oficial del PT a la Presidencia de la Cámara de los Diputados, Luiz Eduardo Greenhalgh, demuestra que la mayoría de los diputados están insatisfechos con las acciones promovidas por el gobierno federal ante el Legislativo. Líderes de la base aliada y de oposición reconocieron, tras la victoria de Severino Cavalcanti, que hay diferencia entre lo que piensa el Ejecutivo y lo que desean los parlamentarios.
"El gobierno hoy cuenta con fuerzas militares que no son de su total confianza. Creo que hubo infidelidad y conducción inadecuada de la campaña del Greenhalgh. Además de eso, hay insatisfacción de los parlamentarios en varios puntos", dijo el líder del Partido Socialista Brasileño - PSB en la Cámara, diputado Renato Casagrande.
Para el vicelíder del gobierno en la Cámara, diputado Beto Albuquerque Partido Socialista Brasileño - PSB del Río Grande del Sur, el "revanchismo" en contra al gobierno podría haber sido hecho de otra manera, y no en la elección del nuevo presidente de la Cámara. Él consideró la victoria de Severino Cavalcanti una violación del principio de la proporcionalidad - que asegura a los partidos la distribución de cargos en la Mesa Directiva de acuerdo con el tamaño de sus bancadas. Beto Alburquerque consideró "una anomalía" la ausencia del PT en la Mesa. "No hay ningún parlamento en el mundo donde la mayor bancada no tenga representante en la Cámara", subrayó.
Severino Cavalcanti, que venció la presidencia de la Cámara, apoyó propuestas de aumento de salarios para los parlamentarios durante su campaña. En el pasado, fue miembro de uno de los dos únicos partidos políticos permitidos durante la dictadura instaurada en Brasil en 1964, la Alianza Renovadora Nacional (Arena), apoyada por los militares.
Traducción: Alicia Rachaus