Ceará conmemora 160 años del natalicio del padre Cícero

24/03/2004 - 7h32

Fortaleza, 24/3/04 (Agência Brasil) El estado de Ceará celebró ayer el 160º aniversario de nacimiento del padre Cicero Romão Batista, tenido por muchos como santo, principalmente en la ciudad de Juazeiro do Norte, vecina de Cravo, donde nació. Cicero decidió ser padre a los 12 años, aunque hasta llegar al seminario, el camino fue largo. La muerte de su padre lo obligó a interrumpir los estudios, pero pudo cumplir su sueño.

Ordenado en 1872, a los 28 años de edad, se mudó para Juazeiro do Norte. Un sueño o una misión en que Jesús lo mandaba a cuidar de los pobres retirantes de la sequía se transformaron en su misión, pero en 1889 algo hasta hoy inexplicable le costó la carrera sacerdotal al padre Cícero: durante una misa, la boca de la feligresa María de Araujo se llenó de sangre cuando recibió la comunión, lo que fue interpretado como un milagro por los fieles, pero para el obispo, monseñor Joaquín José Vieira, había sido un engaño, y le suspendió la orden.

Prohibido de actuar como sacerdote, Cícero se dedicó a la política, fue elegido alcalde y hasta hoy está considerado como el mayor bienhechor de Juazeiro y la figura más importante de la historia de la ciudad. Bajo el lema "oración y trabajo", Cícero dio gran impulso al artesano rural, que él veía como fuente de renta para los que perdían todo por la sequía y buscaban ayuda en la ciudad.

El padre Cícero construyó capillas y escuelas, y al morir, a los 90 años, pasó a ser venerado como un santo, no sólo por la población de Juazeiro, sino por más de dos millones de peregrinos que cada año visitan su tumba, en la Capilla del Socorro. (JV)