Brasília, 7/6/2004 (Agencia Brasil) – A pesar de que el artículo 177 de la Constitución brasileña afirme que es monopolio del gobierno la investigación y extracción de gas natural en territorio brasileño, en 1997, el Congreso aprobó y el entonces presidente Fernando Henrique Cardoso sancionó la ley 9478/97, que flexibiliza ese concepto. A partir de esa ley, la Agencia Nacional de Petróleo (ANP) pasó a realizar subastas de grandes áreas potencialmente productoras de gas y petróleo, dando a los vencedores la ventaja de investigar, producir y vender el combustible encontrado.
La presunta falta de capital de la Petrobras para realizar estudios y extracción en sus propias cuencas, retrasando el desarrollo de un parque productor con capacidad de generar un millón de millones de dólares para el país, fue el motivo alegado para que se aprobara la ley de flexibilización. En aquel entonces, decenas de organizaciones civiles y sindicales se manifestaron contrarias a la ley, alegando que el petróleo no es un producto como otro cualquiera, pero estratégico para el país - y por eso, debería quedar bajo responsabilidad brasileña y no de multinacionales como la Shell o la Exxon, que efectivamente participaron de las subastas.
En el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, las licitaciones de grandes cuencas continuaron siendo hechas. La mayor subasta de ese tipo ya realizada en la historia del país hasta hoy sucederá en agosto. Con el nombre de, 6ª Ronda de Licitaciones de Áreas para Explotación y Producción de Petróleo y Gas, estarán siendo ofrecidos 295 bloques en las cuencas maduras (cuencas en estado avanzado de explotación y producción) del Espíritu Santo, Reconcavo y Potiguar, en 680 bloques en 29 sectores en mar en varios estados y en otro en nueve sectores en tierra. En las cinco rondas ya realizadas, la ANP concedió al todo 189 bloques para explotación de petróleo y gas en Brasil, atrayendo para la industria nacional de petróleo cerca de 70 nuevas empresas.
Superventa
Hablando respecto a la 6ª Ronda de Licitaciones de Áreas para Explotación y Producción de Petróleo y Gás en el país, que ya fue conocida anticipadamente por "superventa", el superintendente de Definición de Bloques de la ANP, Milton Franke, cree que las condiciones son la mejores posibles, no sólo por la coyuntura externa - originaria por el alza en el precio del barril de petróleo -, pero también en función de la credibilidad que el gobierno viene adquiriendo con su política de estabilidad económica. "Hay un gran interés por parte de las empresas internacionales y nacionales". Hasta ahora, 27 multinacionales ya demostraron interés en la 6ª ronda.
Decenas de entidades civiles y sindicales contrarias a la subasta de agosto, se preparan para varias manifestaciones. El presidente de la Asociación de los Diplomados de la Escuela Superior de Guerra (Adesg), Américo Chaves, que hace parte de esas organizaciones contrarias a la 6ª Licitación, afirmó que sería lo mismo que "subastar el futuro de nuestros hijos". De acuerdo con él, el mundo tendría petróleo para 40 años, eso como máximo, y Brasil, para sólo 18 años más. "Creo que las personas que piensan en el futuro no pueden negociar esta energía con una carencia tan grande dentro de nuestro propio país. ¿Cómo vamos a vender para el exterior cuando tenemos tan poco para nosotros mismos?, pregunta.
Reporteros: André Deak y Nielmar de Oliveira
Traductora: Alicia Rachaus