Él depuso el miércoles (30/4) a las autoridades bolivianas en la ciudad de São Paulo, Brasil. Mientras tanto, 12 brasileños siguen encarcelados en Bolivia desde el ocurrido. El 20 de febrero, una bengala pirotécnica mató al joven boliviano Kevin Espada, de 14 años, durante el partido entre Corinthians y San José, por la Copa Libertadores, en la ciudad de Oruro.
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