Juliana Cézar Nunes
Reportera de la Agencia Brasil

Brasília – Cerca de 80 entidades no gubernamentales lanzaron este mes una plataforma en defensa del derecho de todos al agua y a los servicios de saneamiento. El documento, más conocido como Plataforma de Lucha Global por el Agua, trae diez reivindicaciones dirigidas a organismos internacionales e instituciones gubernamentales. A las Naciones Unidas le pide que el agua sea reconocida como derecho humano. A los gobiernos federales, atención para poblaciones indígenas y rurales.

Elaborada durante el 5º Fórum Social Mundial, realizado en Porto Alegre, la plataforma destaca los riesgos de la concesión de los servicios públicos de abastecimiento de agua y saneamiento para empresas privadas. "La privatización del agua ha dado resultados negativos en varios países. En América Latina tenemos dos ejemplos: Bolivia y Argentina", nos cuenta Jocélio Drummond, representante de la Internacional de Servicios Públicos (ISP), organización que reúne a servidores públicos.

De acuerdo con él, en Bolivia, por presión popular, el gobierno canceló el contrato con una empresa transnacional. Los bolivianos estaban insatisfechos con el aumento de costes. Ya en Argentina, la misma empresa transnacional tomó la iniciativa de romper el contrato. Motivo: con la devaluación del peso, mismo con el aumento de tarifas, los lucros disminuyeron.

"Donde la privatización del agua ocurrió, bajó el número de personas con acceso al agua de calidad, hubo aumento de tarifa y gran parte de la población sin condiciones dejó de pagar", revela Drummond. En la plataforma, las entidades señalan el Banco Mundial como uno de los incentivadores de la concesión para empresas privadas. Pero el representante de la ISP ya reconoce que en los últimos años la institución financiera ha alterado esa política. "El Banco Mundial ya no apoya la privatización a cualquier coste, como se hizo en los años 90. Ahora sugiere participación parcial, con reglamentación bien definida".

De acuerdo con Drummond, las entidades brasileñas van a exigir que en las negociaciones internacionales, principalmente con la Unión Europea, Brasil no incluya los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento como área de inversión para las empresas europeas.

En los próximos meses, las entidades quieren todavía movilizar otras organizaciones no gubernamentales en la defensa de la plataforma. En especial aquellas que reúnen indígenas y mujeres, gestoras domésticas del agua. "Esa población es muy afectada por la falta de agua. Es necesario priorizar el abastecimiento humano, y no el comercial", apoya el representante de la ISP. "Mucha gente piensa en los empleos que una empresa puede traer para una región, pero se olvida que el agua es un bien común".

Traducción: Alicia Rachaus