Microcrédito ayuda a combatir exclusión social

19/02/2005 - 15h30

Elisángela Cordero
Reportera Agencia Brasil

São Paulo - Poner a disposición de la población de baja renta crédito con tasas de interés reducidas es una apuesta brasileña y mundial para combatir la exclusión social. Las Naciones Unidas declararon 2005 el Año Internacional del Microcrédito y el gobierno federal ha creado este año el Comité Nacional del Microcrédito, que prevé varios campos de actuación, como el Programa del Microcrédito Productivo Orientado, para créditos a pequeños emprendimientos.

Según el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), hay 500 millones de excluidos del sistema financiero en el mundo, quienes sin condiciones de ofrecer garantías a sus acreedores se someten al pago de altas tasas de interés por un préstamo a agiotas. En Brasil, menos del 24% de la población posee cuenta bancaria, lo que representa 45 millones de personas.

La meta de las Naciones Unidas es la de incluir a 100 millones de personas en programas de microcrédito. El coordinador del Comité Nacional de Microcrédito y secretario nacional de Economía Solidaria, Paulo Singer, explica que el gobierno brasileño no trabaja con la meta definida para ampliación del microcrédito, sino que da prioridad en sus esfuerzos a la concienciación de las personas de que este mecanismo existe y puede utilizarse. Él estima que sólo 250 mil personas reciben este recurso.

Singer cita el Programa del Microcrédito Productivo Orientado como uno de los mecanismos para ampliar la oferta de microcrédito, y explica que es resultado de una Medida Provisional en trámite en el Congreso Nacional para su aprobación.

Para José Caetano Lavorato Alves, presidente de la Asociación de Entidades de Microcrédito, después de incentivar la inclusión bancaria y el acceso al crédito de forma individual a los consumidores de baja renta, el gobierno trabaja en la tercera etapa del proceso, que consiste en incluir a pequeños emprendedores, quienes poseen pequeños negocios y pueden valerse de un préstamo para ampliarlo, un instrumento importante frente a la tendencia de reducción global de puestos de trabajo por la automación. Los recursos destinados a esa área son de US$ 116,3 millones (R$ 300 millones), procedentes del BNDES y del Fondo de Amparo al Trabajador.

El coordinador observa que los reflejos de las modalidades de crédito creadas por el gobierno brasileño a personas de baja renta están contribuyendo para la expansión del mercado interno, explicando que desde mediados del año pasado ha habido una significativa expansión del empleo, pero también del consumo, principalmente de productos como alimentos que son importantes exactamente para las clases sociales más bajas.

Traducción : Jaime Valderrama