En Pirenópolis, incendio alerta para la necesidad de preservación

08/06/2004 - 10h33

Brasília (Agencia Brasil) - La ciudad de Pirenópolis, en el estado de Goias, declarada Patrimonio Nacional por el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan) desde 1988, ahora reivindica el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad. El pequeño municipio con 18 mil habitantes fue fundado en 1729, dos años después de la antigua capital del estado, la ciudad de Goiás. La conservación de los inmuebles por habitantes y visitantes hizo con que un patrimonio de casi 300 años fuese preservado.

"Acostumbramos decir que la salvación de Pirenópolis fue el olvido de más de un siglo. Terminado el ciclo del oro, la ciudad fue abandonada y solamente redescubierta cuando Brasilia fue construida, hace 44 años", recuerda Sílvio Cavalcante, arquitecto del Iphan responsable por el patrimonio tumbado en la ciudad.

A pesar de la preservación de las iglesias y del caserío colonial, la Iglesia Matriz de Nuestra Señora del Rosario, la mayor y la más visitada de la ciudad, se incendió en septiembre de 2002. El incendio causó tristeza a los habitantes, que acompañaron la tragedia sin poder hacer nada.

En aquel entonces, no habían Bomberos en el municipio y la ayuda demoró a llegar. "De las 15 imágenes todas que eran de madera pasaron a ser cenizas. Sólo conseguimos preservar cinco, que los propios habitantes salvaron del fuego, y que habíamos restaurado poco antes del incendio", cuenta el arquitecto.

De la iglesia del siglo XVIII, construida con barro en forma de madera, sólo restaron las paredes con dos metros de ancho y 12 de alto. "Tuvimos que reaprender a hacer la ingeniería, porque la técnica que vino de África traída por los esclavos ya no es utilizada los días de hoy", explica Cavalcante.

Exposición

El pedido de la población hizo con que el Iphan dejara que todos acompañaran las obras de restauración, creando la exposición Cantero Abierto. Según Silvio, la intención fue llenar el vacío psicológico causado en la población, acostumbrada a ir todos los días a la iglesia, el principal marco de la ciudad. "Fue muy triste perder ese patrimonio que ellos cuidaban con tanto cariño", subrayó el arquitecto.

Serán tres años de reconstrucción para que se recupere parte de las pérdidas, ya que todo el acervo de imágenes y el altar bañado a oro fueron totalmente consumidos por el fuego. La primera fase ya empezó con la limpieza y el registro de lo que fue destruido. La Sociedad de Amigos de Pirenópolis (Soap) y el propio Iphan coordinan la restauración técnica, que es ejecutada por la Constructora Biapó.

La parte financiera quedó a cargo de la Compañía Energética de Goias (Celg), de la Caja Económica Federal y de la Petrobras, que juntas destinarán US$ 1,15 millón (R$ 3,6 millones) para la reconstrucción.

En una etapa posterior, el mayor trabajo será reconstruir la parte interna de la iglesia, ya que hay imágenes sacras y adornos para completar el altar. El Iphan aún no definió como podrán sustituirse esas piezas - si se harán copias o se comprarán nuevas imágenes. "Es una cuestión difícil, porque la obra de arte, a principio, no puede ser reproducida", explica el arquitecto.

Reportera: Marina Domingos
Traductora: Alicia Rachaus