Recife, 7/5/2004 (Agencia Brasil) - Brasil va a adoptar nuevos procedimientos en el tratamiento de extranjeros que entren en el país clandestinamente, escondidos en los navíos que atracan en los puertos de las ciudades de San Luis, Recife, Santos, Río de Janeiro, Salvador y Río Grande.

De acuerdo con el asesor de Derechos Humanos de la Secretaría Especial de Políticas para Igualdad Social, Douglas Martins, la idea es crear una comisión formada por representantes de la Policía Federal, autoridades sanitarias, organizaciones no gubernamentales, además de sindicatos de las agencias marítimas.

El grupo actuará en el sentido de conceder al inmigrante irregular asistencia jurídica y aclarar los derechos, después que se constate, por la Policía Federal, de que él no participa de redes criminosas internacionales. Martins explicó que la actual legislación prevé prisión administrativa para clandestinos, aunque la medida tenga su constitucionalidad cuestionada por juristas.

Según Martins, ni siempre el camino para que se solucione el problema es el repatriamiento. En algunos casos, el inmigrante puede ganar el status de refugiado. "Brasil se obliga, ante la comunidad internacional, a acoger refugiados que comprueben que no tienen acceso a los derechos humanos fundamentales en los locales de origen", explicó.

Traductora: Alicia Rachaus