Davos, Suiza, 26/1/04 (Agência Brasil - ABr) - El Foro Económico Mundial terminó como empezó, bajo mucha nieve, pero con resultados pródigos, pues en la mayor reunión capitalista del mundo se dicutieron asuntos como el trabajo infantil, injusticias entre ricos y pobres, terrorismo, y envío de tropas europeas a Irak, y se recordaron los proyectos de la reunión anterior, así como el del Foro Social Mundial, realizado en Porto Alegre, Brasil, el año pasado.
En general se notó la divergencia de intereses entre los participantes. Los europeos querían tratar de la la devaluación del dólar norteamericano, sus efectos sobre la economía regional, y rechazaban las pretensiones antiterroristas de Estados Unidos, quien por su vez se negaba a discutir el déficit en sus cuentas. Los países agrícolas insistían en el fin del proteccionismo, el mundo islámico contestó la política internacional intervencionista de Washington, los empresarios estaban interesados en hacer negocios y saber más sobre el milagro chino, cuyo PIB creció el año pasado el 8,5%, y los líderes religiosos querían entender como la globalización ha intervenido en el mapa de los creencias religiosas. (JV)