Brasilia, 22 (Agencia Brasil - ABr) - La transmisión de cargo del ministro de la Salud José Serra para Barjas Negri fue marcada por la emoción. Aplaudido por más de 500 personas, entre ministros, parlamentarios, gobernadores y funcionarios del ministerio, Serra lloró al inicio del discurso. Él afirmó aún que, en 40 años de su vida pública, nunca un cargo lo dejó tan satisfecho cuanto el de ministro de la Salud.
Serra afirmó que si tuviese que fijar una meta para el futuro, sería reducir, hasta meados de la próxima década, la mortalidad infantil para 20 por mil niños nacidos. Él destacó que, en la última década, el gobierno brasileño ya consiguió reducir el número de 50 para menos de 30 muertes para cada mil nacimientos, salvando la vida de 130 mil niños. (AKR)