Cristiane Ribeiro
Reportera de la Agencia Brasil
Rio - El número de indios y sus descendientes creció el 150% en Brasil entre los años de 1991 y 2000. Las tasas anuales fueron casi seis veces mayores que el crecimiento de la población en general y, en 2000, la población indígena sumaba 734 mil personas, contra 294 mil a inicio de la década de 1990.
Los datos son de estudio divulgado el martes (13) por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). La publicación constata también un crecimiento de la presencia indígena en áreas urbanas, sobre todo en las capitales de la región Sudeste.
Para el presidente del IBGE, Eduardo Pereira Nunes, el estudio "aleja del todo la posibilidad de extinción" de los indios en el país. Él recuerda que ese tipo de previsión era común hasta los años 70. Nunes recuerda que la investigación también "confirma el fin del prejuicio de las personas en asumir sus orígenes".
Según Nunes, las políticas públicas implementadas por los gobiernos son otro factor que influye en el rescate de las características de los indios. "La demarcación de tierras indígenas iniciada en los años 80, la extensión de servicios de salud y educación y, ahora, la reserva de plazas en universidades, adoptada también por algunas empresas, contribuyen para que las personas se reconozcan como descendientes de indios", añade.
Todavía en la evaluación del presidente del IBGE, el aumento del número de indígenas en los centros urbanos refleja la búsqueda por empleo y por atención hospitalaria.
El estudio "Tendencias Demográficas: un Análisis de los Indígenas con Base en los Resultados de los Censos Demográficos 1991 y 2000" revela que más de la mitad de la población indígena vivía en los centros urbanos en 2000 (383,3 mil personas, contra 350,8 mil en el área rural) y reconoce la existencia de 604 áreas indígenas regularizadas en 437 municipios, la mayoría en las regiones Norte y Nordeste.
Traducción: Alicia Rachaus