Keite Camacho
Reportera Agencia Brasil
Puerto Príncipe, Haití - El embajador de Brasil en Haití, Paulo Cordeiro de Andrade Pinto afirma que está disminuyendo la criminalidad en áreas de Puerto Príncipe donde la población era mantenida como rehén, y que las iglesias y las escuelas están reabriendo.
Pinto está en el país caribeño desde el 4 de julio para apoyar la coordinación brasileña en la Misión de Estabilización de Haití de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y considera que los recursos destinados a la reconstrucción de Haití son insuficientes. En julio de 2004 se creó el Fondo Internacional para la Reconstrucción de Haití, con la expectativa de recaudar US$ mil millones.
El embajador observa que además de los 1.200 soldados brasileños que componen las fuerzas de paz, Brasil envió en junio pasado una compañía de de ingeniería del Ejército para hacer obras de infraestructura, ya que Haití tiene estructuras frágiles, y que ahora Brasil intenta firmar una sociedad con Canadá para actuar en el área de salud en la que Canadá aportaría los recursos financieros y Brasil los humanos.
El diplomático explica que un estudio del Ministerio de Salud de Haití constató que el país no cuenta con infraestructura para la refrigeración de vacunas, que las de polio, están guardadas en neveras brasileñas estropeadas y que el país no tiene mecánicos que las arreglen, por lo que Brasil contruirá un centro de formación con apoyo del Servicio Nacional de Aprendizaje Industrial (Senai)
Pinto se encontró este lunes con el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, que visita el país para recomendar la manutención del periodo de elecciones para noviembre, y la participación de todos en este proceso.
Haití vive inestabilidad política desde 2004, cuando rebeldes atacaron la ciudad de Puerto Príncipe y provocaron la salida del presidente Jean Bertrand Aristide, y hoy tiene un gobierno provisional.
Traducción : Jaime Valderrama