Alana Gandra
Reportera de la Agência Brasil
Río - El Centro de Tecnología Mineral del Ministerio de Ciencia y Tecnología (Cetem) inicia un proyecto de Reciclaje de la Fracción Mineral de Escombros de Construcción y Demolición inédita en el país, la iniciativa quiere combatir la contaminación ambiental y reducir los costes de viviendas populares.
De acuerdo con datos del Cetem, Brasil produce a cada año 68,5 millones de toneladas de escombros. Según el coordinador del proyecto, Salvador Almeida, de esa suma, sólo el 5% son recuperados. Una parte expresiva del escombro generado es tirado ilegalmente en áreas públicas, principalmente en las grandes metrópolis, provocando problemas ambientales en las ciudades.
Con el plazo de dos años para ejecución, el programa tendrá como piloto la Planta de Reciclaje de Macaé, en el noroeste de Río de Janeiro. El municipio produce 80 toneladas diarias de residuos de construcción civil y demolición, debido a la creciente urbanización provocada por el desarrollo de la actividad petrolífera. Participarán del proyecto los Departamentos de Ingeniería Civil de las Universidades de São Paulo (USP) y Federal de Alagoas.
De acuerdo con Salvador Almeida, la Ley 307 del Consejo Nacional del Medio Ambiente (Conama) establece que se debe separar la fracción mineral del escombro resultante de demolición y reciclarla. "La idea es que en las grandes metrópolis, sobre todo, donde haya deficiencia de arena y pedregullo, uno tenga una alternativa", dijo él.
Salvador Almeida informó que existen algunas plantas para beneficiar o reciclar escombros en el país, localizadas en las ciudades de São Paulo, Piracicaba, Belo Horizonte y Londrina, pero funcionan de forma muy rudimentaria. El proyecto va a contribuir para mejorar y modernizar esas centrales.
El proyecto de Reciclaje de la Fracción Mineral de Escombro de Construcción y Demolición del Cetem va a recibir aporte de la Financiera de Estudios y Proyectos (Finep) y de la Caja de Económica Federal por el monto de US$ 151 mil (R$ 360 mil).
Los profesores que participan como coejecutores del proyecto ya mantienen intercambio con investigadores de Holanda y Bélgica, países más desarrollados en esa área, dijo Salvador Almeida. El proyecto permitirá obtener productos de mejor calidad, a bajo coste de la vivienda popular y obras públicas y reflejos positivos en la preservación del medio ambiente.
Traducción: Alicia Rachaus
