Irene Lôbo y Keite Camacho
Reporteras de la Agencia Brasil
Brasília – El presidente Luiz Inácio Lula da Silva aprovechó las conmemoraciones del Día Internacional del Trabajo para afirmar que la reforma agraria está entre las prioridades de su gobierno. Según el presidente, hay un conflicto en la discusión del tema que opone dos ópticas: el número de asentamientos para las familias de trabajadores sin tierra, contra la consolidación de las políticas de crédito, asistencia técnica e incentivo a la producción, lo que propiciaría la vida en el campo de los que ya obtuvieron la tierra.
"Hay siempre un conflicto en el momento en que se discute la reforma agraria. Si se mide la buena reforma agraria por la cantidad de tierras que se ha asentado o si se mide por la cantidad del resultado de la producción de las personas que están en la tierra", afirmó el presidente.
El pasado año, el gobierno Lula utilizó el 99,4% del presupuesto previsto. Fueron 81.254 familias asentadas en el periodo de enero a diciembre, o el 71% de la meta estipulada por el gobierno. La expectativa era asentar a 115 mil familias.
El presidente Lula afirmó que cerca del 70% de las familias reciben asistencia técnica en el momento del plantío.
En entrevista a la Agencia Brasil, uno de los miembros de la directiva nacional del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), Valter Misnerovizz, evalúa que el ritmo de la reforma agraria no satisface las exigencias de los movimientos sociales. "Tanto respecto a las familias asentadas, cuanto a la atención y desarrollo de los asentamientos", explicó.
Traducción: Alicia Rachaus