Nelson Motta
Reportero de la Agencia Brasil

Brasília - El presidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo que el pedido de renuncia del presidente de Bolivia, Carlos Mesa, entregue el lunes al Congreso boliviano, no preocupa solamente a Brasil, pero a todos los países de la región. La información fue dada por el asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia de la República, Marco Aurélio Garcia. Carlos Mesa estaba hace 17 meses en la Presidencia de Bolivia.

García dijo que el presidente Lula telefoneó al final de la tarde para el presidente de Bolivia. Y según nota divulgada por la Secretaría de Prensa y Divulgación de la Presidencia de la República, el lunes (7), durante conversa, el presidente Lula "ofreció apoyo y solidaridad a su colega boliviano y manifestó la seguridad de que se encontrará una solución constitucional para la actual crisis en aquel país hermano".

García informó que ante el pedido de renuncia de Carlos Mesa, ocurrieron varias manifestaciones en Bolivia, lo que preocupa a todos los países de la región. Él consideró preocupantes los riesgos de desestabilización del gobierno boliviano, con el cual los demás países de la región tienen relaciones cordiales y dijo que ya conversó sobre la crisis con autoridades de Argentina y Uruguay. "Conversé con el vicecanciller argentino y con el canciller uruguayo y decidimos desencadenar varias acciones en el sentido de ayudar a Bolivia a que vuelva a su normalidad. Eso respetando la determinación del pueblo boliviano".

Él destacó que la solidaridad de Brasil ante la crisis boliviana es una posición que el gobierno Lula adoptó cuando ocurrieron otros problemas en la región. Marco Aurélio recordó que Brasil mantiene hoy, acuerdos de cooperación con Bolivia, en el área de infraestructura y en los sectores de gas, energía y mineral. "Esos acuerdos son importantes para que Bolivia pueda alcanzar un rellano nuevo en su desarrollo económico y social", concluyó.

Traducción: Alicia Rachaus