Gabriela Guerreiro
Reportera de la Agencia Brasil
Brasília - Las grandes empresas mundiales productoras de alimentos están contribuyendo para el crecimiento del hambre y de la miseria en el mundo, al concentrar los beneficios del comercio internacional de alimentos. La conclusión está en el informe de la Action Aid, una organización no gubernamental que desarrolla estudios y busca soluciones para reducir la pobreza mundial, divulgado durante el Foro Social Mundial, realizado en Porto Alegre, Sur de Brasil, del 26 al 31 de enero. La Action Aid es una de las 100 entidades que integran la campaña Llamada Global para la Acción contra el Hambre.
Según el informe, seis empresas transnacionales de alimentos controlan más de tres cuartos del mercado global de pesticidas, y cinco el 90% del comercio mundial de granos.
Titulado, "Hambre de poder: seis motivos para reglamentar las empresas globales de alimentos", el documento señala la Monsato, la Parmalat, la Nestlé, la Unilever, y Asda Wal-Mart como las empresas que promueven "abusos corporativos" contra el mercado internacional de alimentación.
Para solucionar la concentración de las empresas, la Action Aid propone varias soluciones que varían desde la reforma del acuerdo de agricultura de la Organización Mundial de Comercio (OMC) - para que venga a beneficiar las comunidades rurales de los países pobres - al fortalecimiento de las organizaciones de los agricultores.
Para la coordinadora del Programa de Seguridad Alimentaria de la Action Aid, Flavia Londres, "aunque por un lado, el gobierno brasileño apoye la creación de programas de combate al hambre no sólo en Brasil, pero también en todo el mundo, con el Fondo Internacional de Combate al Hambre y a la Pobreza, por otro lado, el gobierno ha invertido mucho en la política del agronegocio, en la producción de monocultura para exportación", subrayó.
Flavio Londres apoya la amplia difusión en Brasil de la agricultura familiar y la capacitación a los trabajadores rurales. "Al identificar el daño causado por los impactos de actuación de las multinacionales, el gobierno podría rever su política de incentivo al agronegocio y pasar a apoyar más la agricultura familiar, el cooperativismo, modelos más apropiados de producción, basados en la agroecología", dijo.
La Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y Agricultura (FAO) y el Banco Mundial estiman que 1.300 millones de personas trabajen en la agricultura en todo el mundo. En los países en desarrollo, el 50% de las poblaciones se mantienen con el sector, mientras en todo el mundo ese número llega a 2.500 millones de personas. "Lo que uno puede demostrar a través del informe es que el comportamiento de las empresas transnacionales en el mercado internacional de alimentos ha llevado sistemáticamente al aumento de la pobreza, a través de la exclusión de agricultores familiares de su actividad", afirmó Flavia Londres.
Traducción: Alicia Rachaus