Brasília,31/5/2004 (Agencia Brasil) - Uno en cada diez niños en todo el mundo es obeso. Eso significa un universo de 155 millones de niños con mucho peso. Ese índice es un serio indicador de que la obesidad infantil tomó proporciones epidémicas en el mundo.

En Brasil, los datos de la Organización Mundial de Salud son preocupantes y ubica la obesidad infantil como un grave problema de salud Pública. En los últimos 20 años la obesidad en niños triplicó. Hoy casi un 15% de los niños brasileños tienen exceso de peso y un 5% son obesos.

Según la Sociedad Brasileña de Endocrinología y Metabología, la obesidad infantil no está restricta a la población con mejor poder adquisitivo, ella afecta también a la de baja renta. Lo que contribuye para el aumento de ese problema, son las hamburguesas, emparedados, frituras y gaseosas, que se venden en las escuelas.

Para frenar esa tendencia y cambiar la actitud de los niños y desarrollar hábitos saludables, se lanzó hoy el proyecto Escuela Saludable. "Con ese proyecto queremos cambiar la actitud de los que venden esos alimentos y educar los profesores a que orienten a los niños, tratando de hacerlos rechazar los alimentos muy calóricos, que no nutren y sólo engordan", subraya la presidenta de la Sociedad Brasileña de Endocrinología y Metabología, Valeria Guimarães.

Representantes de 192 países reunidos en la Asamblea Mundial de Salud, en Ginebra, Suiza, aprobaron el pasado fin de semana el plan global para regular los hábitos alimentares mundiales, El plan prevé que los niños sean educados en las escuelas para que dentro de veinte años la obesidad sea controlada en el mundo.

Reportera: Cleide Vieira
Traductora: Alicia Rachaus