Brasília, 6/4/04 - Agência Brasil – Desde que se propuso a abrir una planta de tratamiento de Uranio en Resende, Rio de Janeiro, Brasil enfrenta duelos políticos con Estados Unidos y con inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica porque exigen conocimiento de todo el sistema de la instalación, antes de su inauguración, prevista para julio.
En entrevista a la Radio Nacional, el científico nuclear y profesor de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, José Luiz Santana, dijo creer que el diario Washington Post, en su edición del domingo pasado, acusó a Brasil de impedir el acceso de inspectores de la Agencia, por una cuestión estratégica de presión del gobierno de Estados Unidos.
Estados Unidos propuso a Brasil la firma de un Protocolo Adicional sobre energía nuclear, considerado por Santana como inadmisible, porque hiere nuestra ciudadanía, ya que asegura a los inspectores internacionales el derecho de entrar al país y a las instalaciones cuando quieran y sin pedir permiso.
El científico brasileño cree que Estados Unidos no tiene razón de preocuparse ya que Brasil tiene propósitos pacíficos y sigue la Constitución, explicando que desde fines de la década 80 Brasil tiene condiciones de desarrollar la bomba atómica, pero que su camino es pacifista.
Protección Industrial
Santana apoya la posición del gobierno brasileño de esconder la maquinaria de la planta nuclear de Resende porque las tecnologías industriales se deben mantener en secreto, ya que tienen valor comercial y significan retorno financiero en sistemas, softwares y equipos.
Utilización del uranio
Uno de los elementos utilizados en la producción de energía nuclear es el uranio, desde que enriquecido. Para Brasil el producto es bastante accesible: existen en el país 309 mil toneladas del producto, según estimativa de la Industrias Nucleares de Brasil, vinculada al ministerio de Ciencia y Tecnología, concentradas en los estados de Minas Gerais, Bahía, Ceará y Paraná.
El material se utiliza en diversas áreas, como medicina nuclear, industria y aviación. La producción de uranio enriquecido puede generar a Brasil una economía de US$ 19 millones cada 14 meses, pero la manipulación de ese mineral despierta malestar de otras naciones acerca de su utilización. Si enriquecido hasta una base del 90%, el uranio puede ser el elemento activo de bombas atómicas para destrucción en masa.
Traductor: Jaime Valderrama
