Brasília, 30/6/2003 (Agencia Brasil - ABr) - Brasil derrocha R$ 10.000 millones por año tirando alimentos, cantidad suficiente para matar el hambre de 8 millones de familias. Parte de ese derroche se constituye por productos caducados o enlatados con marbetes rotos. Es en esos alimentos que los Bancos de Alimentos apuestan en revertir la situación del hambre.
Hasta fines de este año serán creados más once Bancos de Alimentos. El primer paso fue dado el pasado viernes (27) con el fin del debate entre los cuatro bancos que ya están funcionando y el Ministerio de Seguridad Alimentaria y Combate al Hambre, sobre un manual para esos bancos en Brasil.
Además de crear un modelo único para todo el país, la exención del Impuesto sobre Circulación de Mercancías y Servicios (ICMS) y del Impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) para las empresas donadoras y la tramitación en el Congreso del "Estatuto del Buen Samaritano" serán usados para que se aumenten las donaciones. Según la coordinadora de la Mesa Brasil Sesc-DF, Lastenia da Silva Fonseca, "la falta de empresas donadoras es el mayor problema enfrentado hoy".
La exención del ICMS ya está aprobada y siendo puesta en práctica. Para atraer empresas, el gobierno también quiere reactivar la tramitación del "Estatuto del Buen Samaritano" en el Congreso, parado desde 1998. Por el Estatuto, la responsabilidad de los alimentos pasa a ser de los Bancos. Si el alimento llega a tener algún problema, el Banco será responsable por eso y no más la empresa, como ocurre hoy.
Aprobado el manual, el ministerio quiere crear ahora un Banco para cada una de las áreas metropolitanas, que son 15. Graziano participó del I Encuentro Nacional sobre Bancos Alimentares y Cosecha Urbana". (AKR)