São Paulo, 8/9/03 (Agência Brasil - ABr) - El Grito de los Excluidos logró el objetivo de movilizar a la población, provocar el debate y sensibilizar al gobierno federal para promover cambios, evaluación de uno de los coordinadores del movimiento, Ari Aberti. De acuerdo con él, 120 mil personas participaron en la basílica de Nuestra Señora Aparecida del Norte, en São Paulo, en las actividades del movimiento, constituido por la Iglesia Católica y por entidades sociales que todo 7 de septiembre protesta contra la exclusión social y la creación del Área de Libre Comercio de las Américas (Alca).

Aberti destaca que el hecho de que el país tenga un gobierno popular no puede debilitar el Grito de los Excluidos, que este año cumple la 9ª edición, con el tema "Retiren las manos... Brasil es nuestro suelo". La manifestación no es contra el gobierno, sino contra la exclusión social, afirmó Aberti, recordando que la reforma agraria no se ha hecho y que el número de desempleados en Brasil es grande.

El 16 de septiembre los organizadores del movimiento entregarán en Brasilia una lista de firmas por la realización de un plebiscito sobre la formación del Alca, afirmando que el pueblo no puede permanecer ajeno a ese acuerdo, que según él, no se limita a acuerdos comerciales, sino que trata de la soberanía del país.

Aberti destacó también la importancia de la movilización popular en los cambios sociales nacionales, provocar discusión, explicando que no se puede decepcionar al pueblo que eligió a Lula, que hay que contribuir para que el pueblo participe, y que la esperanza que eligió a Lula sólo se torna realidad con la participación popular.

El presidente de la Central Única de Trabajadores (CUT), Luis Marinho, y el líder del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), João Pedro Stédile, participaron en las actividades en Aparecida, ciudad donde se da la mayor concentración del Grito de los Excluidos. En la capital paulista hubo marchas hacia el museo del Ipiranga. Según los organizadores del movimiento, aproximadamente 3 mil personas participaron en las actividades en São Paulo.

Nacido de la Campaña de la Fraternidad, en 1995, el Grito de los Excluidos está presente en 2.500 localidades y ya se hace oir en el resto del continente con el Grito Continental.

En una breve evaluación, Luis Bassegio, uno de sus coordinadores más activos, tiene una respuesta sencilla para el aumento significativo de manifestaciones populares: el Grito crece porque crece el número de excluidos en todo el mundo, están por todas partes, son desempleados, indígenas, negros, homosexuales, deficientes mentales, etc. (JV)