Irene Lôbo
Reportera de la Agencia Brasil

Brasilia – El 22 de marzo de 2006 Brasil enviará por primera vez un astronauta al espacio. A bordo de la astronave rusa Soyuz, el teniente coronel aviador Marcos César Pontes será responsable por la realización de nueve experiencias científicas, de diversos centros de investigaciones brasileños, en la Estación Espacial Internacional (ISS). Ellas se presentaron el martes (20) por el presidente de la Agencia Espacial Brasileña (AEB), Sérgio Gaudenzi.

Las investigaciones seleccionadas abarcan sobre todo las áreas de ingeniería, física, microelectrónica, nanotecnología y biotecnología. También se realizarán experiencias en el área de bioquímica, transferencia de calor, cinética de enzimas, cristalización de proteínas y de semiconductores y difusión térmica.

En suma, el astronauta brasileño pasará ocho días en la estación y podrá llevar una carga de 15 kilos de material para experimentos. Sólo cinco kilos podrán volver a la Tierra, y el restante deberá ser descartado como basura espacial. La experiencia será llamada de Misión Centenario, una referencia al año en que se celebra el centenario del primer vuelo de Santos Dumont con el 14 Bis.

Un acuerdo de cooperación con Rusia firmado por el presidente Lula el 18 de octubre de este año permitió que el precio del viaje del astronauta costase menos de la mitad que los rusos normalmente cobran para ese tipo de vuelo, algo alrededor de US$ 10 millones.

Las relaciones entre Brasil y Rusia en el área espacial empezaron en 1988 y se estrecharon con la contratación de la asesoría técnica rusa para el lanzamiento del próximo Vehículo Lanzador de Satélites (VLS-1). Los dos países también firmaron, en 2004, un memorando de entendimiento para la cooperación mutua en el desarrollo de cohetes lanzadores y de satélites.

Traducción: Alicia Rachaus