Thais Brianezi
Reportera Agencia Brasil

Pinhais, Paraná - El asesor del Greenpeace Internacional para Florestas, Martin Kaises afirma que la Conferencia de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica (COP-8) fue un fracaso, una pérdida de oportunidad, que las negociaciones ocurrieron como un navío sin capitan.

La principal crítica de la ONG, a la COP-8, que terminó este viernes fue la falta de definición de un programa de trabajo con directrices generales y plazo establecido para la construcción de un régimen internacional de acceso a recursos genéticos y conocimientos tradicionales asociados y distribución de beneficios, es decir de un sistema de reglas mundiales para regular las investigaciones avanzadas con plantas y animales, que se apropien del saber de los indígenas, descendientes de esclavos y extractores, estableciendo mecanismos de distribución de lucros y tecnología con las comunidades locales.

En la práctica, una vez más las discusiones fueron postergadas, una estrategia de Estados Unidos y de su grupo de marionetas, para poner la biodiversidad en código de barras.

Otro punto negativo indicado por los ambientalistas fue la perspectiva de reducir los recursos del Fondo Global para Biodiversidad en 2007, propuesta por Estados Unidos, que se propone a reducir su contribución de US$ 107 millones para 56 millones, con la posibilidad de que otros países adopten la misma medida.

Traducción : Jaime Valderrama