Thais Brianezi
Reportera Agencia Brasil
Pinhais, Paraná - La protección de los conocimientos tradicionales es uno de los temas en discusión en la VIII Conferencia de las Partes de la Convención sobre Diversidad Biológica y a partir de este lunes, 1.800 de los 3.600 participantes de 173 países se dedican a analizar el asunto.
Sin embargo, el Instituto Indígena Brasileño para Propiedad Intelectual no cree que las discusiones avancen hacia la construcción del régimen internacional de acceso a recursos genéticos y beneficios compartidos.
Según la secretaria ejecutiva del Instituto, Fernanda Kaingang, no hay convergencia entre los países, recordando que las nuevas reglas sólo se aplican si se llega a un consenso, lo que es poco probable.
La COP-8 tiene el desafío de aprobar un programa de trabajo para la construcción de ese régimen internacional. Se esperan decisiones sobre el poder vinculante o no del régimen, es decir, si será obligatorio o sólo sugestivo. También está en discusión el acceso exclusivo a los recursos genéticos y a la distribución de beneficios.
Sólo 14 de los 187 países signatarios de la Convención sobre Diversidad Biológica poseen legislación nacional que regula el acceso a los recursos genéticos y al conocimiento tradicional asociado. Entre ellos está Brasil, donde desde 2001 el tema es objeto de una medida provisional, criticada por el Instituto por no reconocer la titularidad de los pueblos sobre los recursos y permitir que el gobierno catalogue el saber indígena, sin consulta a las comunidades.
La semana pasada la ministra Marina Silva anunció un proyecto de ley que prevé la creación de un fondo para repartir los recursos resultantes del acceso a los conocimientos tradicionales. El fondo también es visto con reservas por el Instituto, que no reconoce a ninguna entidad nacional que maneje el fondo.
Creada en 2003 como ONG, el Instituto Indígena Brasileño para Propiedad Intelectual trabaja en la capacitación de líderen indígenas en el sector legislativo y jurídico.
Traducción : Jaime Valderrama