Cristina Índio do Brasil
Reportera de la Agencia Brasil
Rio - La violencia contra la mujer ocurre en todas las franjas etarias y clases sociales. Pocas revelan las agresiones espontáneamente. Para ello, necesitan ser estimuladas a denunciar el crimen. Ese perfil se comprobó por la investigación "La Mujer Brasileña en los Espacios Público y Privado", hecha por la Fundación Perseu Abramo en 2001.
"Anteriormente, se pensaba que la violencia estaba restricta a regiones pobres y a personas con baja escolaridad", dijo la coordinadora del Centro Integrado de Atención a la Mujer de Rio de Janeiro, Cecília Soares, el martes (7).
Para Cecilia Soares, las mujeres demoran a reconocer que son víctimas porque hay una idea de que violencia esté relacionada sólo con las agresiones físicas más fuertes, como golpes, tiro o cuchillada. A las agresiones psicológicas no se las entienden como violencia.
Cecília Soares recuerda que el estupro existe en la legislación penal, practicado por pariente, marido, conocido o por desconocido. Sin embargo, la cultura brasileña no ve al marido com un posible violador en exigir la relación sexual a la fuerza. "El estupro es crimen dentro y fuera del matrimonio. La policía necesita acordarse de eso y las propias mujeres también", alerta.
Cecília Soares afirmó que cuando la mujer sufre violencia e informa lo que ocurrió ella pasa por una selección para ver si es el caso debe ser encaminado a una Casa Abrigo, servicio hecho por los Centros de Atención.
La coordinadora informó que las organizaciones que participan del combate a la violencia contra la mujer están organizando este martes (7) en todo el país manifestaciones a favor de la aprobación de la propuesta de ley que será votada esta semana y que pide la creación de un Juzgado especial para los crímenes de violencia contra la mujer.
Traducción: Alicia Rachaus