Cecilia Jorge
Reportera Agencia Brasil
Oporto - Portugal y Brasil discutieron este jueves la situación de los brasileños que viven ilegalmente en Portugal, durante la VIII Cumbre Portugal Brasil, en la ciudad de Oporto. El ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil estima que cerca de 120 mil nacionales viven en Portugal, y representan el 24% de los extranjeros en el país europeo.
En 2003 los gobiernos de los dos países firmaron un acuerdo para facilitar la legalización de los inmigrantes brasileños, que abriga a quien llegó a Portugal hasta el 11 de julio de 2003. En tal proceso se identificaron a 30 mil personas, de las que 13.700 lograron visado de trabajo y otras mil están concluyendo el proceso. El acuerdo vale por cinco años y puede renovarse por igual periodo.
Una de las principales dificultades, según el cónsul general de Brasil en Lisboa, Julio Cezar Zelner Gonçalves, es el alto costo del proceso de regularización. Para tener derecho al visado de trabajo, el extranjero debe haber contribuido con la Previsión Social durante tres meses y pagar una multa por haber trabajado ilegalmente. Las multas son de entre 90 y 900 euros, además a la conclusión del proceso de regularización hay que pagar 75 euros.
En rueda de prensa, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva pidió al primer ministro portugués, José Sócrates, que su gobierno exima a los brasileños de las multas, a lo que Sócrates contestó que no aseguraba la exención, pero presentó un nuevo folleto que se entregará a los inmigrantes brasileños, en el que el director técnico de la seleccion portuguesa de fútbol, Luiz Felipe Scolari, anima a los brasileños a acudir al servicio de extranjeros, que según Sócrates, ya entró en contacto con los brasileños que no han concluido el proceso para obtener el visado de trabajo.
El primer ministro observó que a partir del próximo mes, los aeropuertos portugueses tendrán una recepción exclusiva para los ciudadanos de la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa.
Traducción : Jaime Valderrama